lunes, 20 de octubre de 2008

CUENTO "ARROZ CON LECHE"

Había una vez y dos son tres, un muchacho muy prieto, muy carapiñado y muy fino que se llamaba Arroz con Leche. Arroz con Leche hacia cinco años que estaba bus- cando novia sin encontrarla. Durante tres días la novia tenía que contestar a todas sus preguntas:

¿Como se cose una ola?

¿Como se recorta un cristal con tijeras?

Solo así se casaría con ella y le darla la llave de su casa, potestad sobre su hacienda. Porque Arroz con Leche era muy morenito, muy prietito, muy fino, pero era también muy rico. Era el hacendado más rico de la comarca. Cuando se paseaba por el pueblo a caballo todo el mundo le cantaba:

Arroz con leche se quiere casar,
Con una viudita de la capital.

Y Arroz con Leche siempre contestaba:

Que sepa tejer, que sepa bordar,
Que ponga la aguja en su propio lugar.

Un día Arroz con Leche paso frente ala casa de una niña que estaba de visita en el pueblo. La niña estaba en la ventana regando una matita de albahaca. Arroz con Leche se detuvo frente a ella y le pregunto:

Señorita de la matita de albahaca,
-¿cuantas hojitas tiene su mata?


Y la niña le contesto:
Caballero de los ojos negros,
-¿cuantas estrellas hay en el cielo?

Por primera vez en su vida Arroz con Leche no pudo contestar. La miro sorprendido por un momento y siguió su camino. Esa misma tarde, cuando llego a su casa la mando a buscar. La niña, que sabia coser muy bien, empezó enseguida a hacerse un vestido azul, de la seda mas fina que hallo, un vestido de muchos azules que cambiaba de tono al pasar.

Si pasaba en un día claro se confundía con el aire.
Si pasaba en un día de lluvia se salpicaba de gris.



Cuando el vestido estuvo terminado, se lo puso. La cubría toda entera, de la cabeza a los pies, de manera que nadie podía adivinar la forma de su cuerpo. Solo dejo un pequeño hueco, por donde saco la mano derecha para que Arroz con Leche se la pudiera besar.

Esa noche Arroz con Leche celebro en su casa un gran banquete. Cuando estuvieron todos sentados a la mesa quiso poner a la niña a prueba una vez más y así le dijo:

Señorita de los muchos azules pídame un manjar imposible y suya mi hacienda yo haré.

La niña lo miro con tristeza, porque no le interesaba la hacienda sino el amor de Arroz con Leche. Temió por el tono de soberbia con que el habla pronunciado estas palabras, pero le contesto valientemente:

Caballero de los ojos negros sírvame un pedazo de hielo asado y su esposa fiel yo seré.

Arroz con Leche mando a poner inmediatamente un enorme trozo de hielo al horno, pero cuando los sirvientes pasaron la bandeja los invitados solo pudieron servirse agua en cucharón. Entonces Arroz con Leche mando a preparar una enorme fogata en el patio y allí pusieron en la espita un enorme bloque de hielo. Le dieron vueltas y vueltas lo más lentamente posible, pero todo fue en vano. EI hielo se derritió y apago la fogata. Esa misma noche Arroz con Leche se declaro vencido y anuncio su boda con la niña.

EI día de la ceremonia la niña rehusó quitarse su traje de muchos azules. De pie frente al altar casi se confundía con el humo de las velas y al salir por la puerta de la iglesia casi desapareció al quedar dibujada su silueta a contraluz. EI caballero la llevaba agarrada fuertemente de la mano derecha, como si temiese dejarla escapar.

Esa noche la niña se en cerro en la habitación a preparar el lecho nupcial. Se quito el vestido de muchos azules y le cosió fuertemente todos los orificios. Luego lo relleno de miel y lo coloco cuidadosamente sobre la cama, escondiéndose lo mejor que pudo debajo del colchón. Cuando Arroz con Leche entro a la habitación le cogió la mano y se la beso con ternura. Entonces la mano se desprendió del vestido de los muchos azules y Arroz con Leche vio horrorizado que la mano se separaba del cuerpo y quedaba suspendida en el aire, a la altura de su boca. Entonces decidió no dilatarse más en llevar a cabo lo que tenía pensado y sacando un puñal que llevaba escondido, se lo enterró a la niña a la altura del pecho. En la oscuridad la miel se derramo por el suelo, salpicándole algunas gotas en los labios.
Entonces se lamento llorando:
Ay señorita de los muchos azules
Jamás te hubiera matado
De saber que eras tan dulce.

AI otro día encontraron el cuerpo de Arroz con Leche tendido en la cama, con una larga aguja de coser enterrada al lado izquierdo del pecho. Cuando la niña, ya entonces viuda, regresaba a su ciudad natal, todos los habitantes del pueblo le cantaban al pasar:

Arroz con Leche se quiso casar
Con una viudita de la capital
Que supo tejer, que supo bordar
Que puso la aguja en su propio lugar.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Contarle un cuento de arroz con leche a los mas pequeño de la casa debe ser muy divertido.

Xio Ji Giselle. dijo...

me gusto mucho apenas nos lad contaron en la secundaria

Zarkex dijo...

Esto si es un cuento, merece su película de Disney

Unknown dijo...

En que secundaria por qué a mí también en la 25 libertad la profe Ana Silvia